Mi nombre es Alejandra y en la actualidad me encuentro comprometida en la tarea de compartir los numerosos beneficios que ofrecen los aceites esenciales, siendo parte activa de la comunidad de doTERRA.

Mi historia personal

Naci en Ferrol, Galicia, un lugar donde el océano abraza la tierra y la naturaleza se manifiesta en toda su belleza. Desde niña, descubrí mi sensibilidad hacia el mundo que me rodea sintiéndome libre y en paz en conexión con la naturaleza.

Mis primeros recuerdos son en un lugar de Galicia llamado Doniños, un pequeño pueblo donde la naturaleza es impresionante, una playa de más de dos kilómetros de longitud con unas olas a día de hoy conocidas mundialmente por los surferos y una laguna que se une con el océano en invierno.
Mis primeros años de vida estuvieron marcados por increíbles experiencias en entornos naturales de una magnífica belleza, con mi padre un gran aventurero, mis tres hermanos y más niños del pueblo nos pasábamos el día en la playa bañándonos, con las olas y las tablas de surf hasta los largos días de lluvia, paseábamos por las dunas qué en su día, fueron zona militar y jugábamos buscando cascos de balas enterrados en la arena, pasábamos horas en le laguito de aventuras asombrándonos con todos los misterios sanguijuelas, barcas hundidas qué achicábamos, observando las libélulas de todos los colores que por allí danzaban y navegábamos con una piragua qué teníamos para explorar todas las maravillas de la naturaleza que allí había cómo los nenúfares y sus bellas flores de loto.
Siempre ame el deporte desde bien pequeña, primero el body board, después atletismo, gimnasia rítmica… hasta que encontré mi deporte favorito el baloncesto. Desde que tuve mi primer balón en las manos, supe que este deporte sería una parte fundamental de mi vida. En la cancha, aprendí lecciones de trabajo en equipo, perseverancia y superación personal que han resonado en mi vida hasta el día de hoy, formando parte de la selección gallega varios años consecutivos.
Estudiaba en un colegio público que me gustaba mucho, dónde mi madre era profesora, todo iba bien hasta que mi camino tomó un giro inesperado cuando mi madre decidió cambiarnos de colegio a mi hermana mayor y a mí, a un colegio de monjas, un entorno que desafiaba mi percepción de la educación y la comunidad. A pesar del amor y la guía de mis padres, luché por encontrar mi lugar en ese ambiente, cuestionando la educación que allí recibíamos y desafiando las tradiciones y expectativas impuestas, cada vez que hacía pregunta a mis profesoras me decían es así porque si o porque no, nunca llegamos a llevarnos bien, siempre fui un alma libre y aquel no era mi lugar.
Estos años en el colegio de monjas fueron un período de crecimiento y desafío. Encontré resistencia en las estructuras rígidas y las normas establecidas, mientras buscaba mi propia voz y autenticidad en un entorno que parecía limitar mi libertad y expresión. Cada día era un recordatorio de la importancia de mantener la verdad y la integridad en medio de las presiones sociales y las expectativas externas.
 
A pesar de las dificultades, esta experiencia me enseñó lecciones valiosas sobre la importancia de mantenerse fiel a uno mismo y perseverar en la búsqueda de la autenticidad y el propósito en la vida.A pesar de mi profundo interés por la biología, opté inicialmente por estudiar ingeniería de caminos debido a las expectativas de mi madre de buscar una carrera con salida.. Sin embargo, durante mis estudios, me di cuenta de que esta elección no satisfacía mis verdaderas aspiraciones y pasiones. Luego, me dirigí hacia la óptica y optometría, influenciada por el legado familiar.
Aunque inicialmente me atrajo la idea de ayudar a las personas con su visión, con el tiempo me di cuenta de que no era mi verdadera vocación. A pesar de mi gusto por ayudar a otros a mejorar su visión, me cansé de una profesión que no alineaba con mi propósito. Esta revelación me llevó a reconocer la importancia de la autenticidad y a buscar un camino que realmente resonara con mis intereses y aspiraciones.

Mi trayectoria profesional

Mi trayectoria profesional como óptico comenzó incluso antes de terminar mis estudios, quería mi independencia económica y busqué hasta encontrar una óptica para poder realizar las prácticas en verano y así comencé a desarrollar mi profesión,
Después de graduarme, mi camino me llevó a explorar diferentes ámbitos dentro del campo de la óptica. Mi primera experiencia significativa fue en un hospital oftalmológico, donde trabajé en un entorno multidisciplinario, colaborando estrechamente con oftalmólogos y otros profesionales de la salud visual. Esta experiencia me brindó una comprensión profunda de los aspectos clínicos y médicos de la optometría, así como la oportunidad de ayudar a pacientes con una variedad de necesidades visuales.

Mis estudios y Formaciones

  • Diplomatura en óptica y optometría por la universidad de Santiago de Compostela, Galicia
  • Máster en naturopatía, herbodietética y fitoterapia por el instituto DYN
  • Certificada en aceites esenciales y soluciones natural por doTERRA
  • Certificada en Aromaterapia y perfumista natural por la ESB
  • Capacitación en Técnica de Masaje Aromatouch, Doctor David K. Hill
Después de mi tiempo en el hospital, decidí explorar otros aspectos de la óptica, trabajando en pequeñas ópticas locales. Aquí, tuve la oportunidad de interactuar más directamente con los clientes, brindando atención personalizada y servicios adaptados a sus necesidades individuales. Este aspecto del trabajo me permitió desarrollar habilidades interpersonales sólidas y una comprensión más profunda de las necesidades y preocupaciones de los pacientes.
Más tarde cuando tenía 22 años sentí un llamado de salir de Galicia, hice varias entrevistas en diferentes lugares de España y me decidí por irme a vivir al Pais Vasco, pues me atrajo mucho su cultura y su gente.
Allí comencé a trabajar en una gran cadena de óptica y al poco tiempo me ofrecieron un trabajo mejor en una de las mejores empresas de óptica a nivel nacional, fueron años para mí muy enriquecedores, tenía excelentes condiciones laborales, vivía y trabajaba en el casco de viejo de Bilbao, los vascos me acogieron con mucho cariño , conocí a muchísima gente, mi mente se abrió y me adapté muy bien, me encantaba la gran cultura que allí había, asociaciones, museos, teatros, salas increíbles de conciertos hasta una iglesia reconvertida en un templo para la música, conocí personas maravillosas de diferentes lugares de todo el mundo, iba a todas partes en bici y hasta podía ir a la costa con mi bici y en metro todo fluía muy bien ,mi mente se abrió completamente y aprendí grandes lecciones de vida, amo la cultura del país vasco.
Con el paso del tiempo mi trabajo cómo óptico se me hacía monótono, cómo la película del día de la marmota y una voz interior me decía qué una vida con más propósito me esperaba fuera de mi zona de confort, y ese run run cada día se hacía más fuerte.

Mi gran cambio

De sentirme un pájaro enjaulado, encontré en mi camino la fuerza para elevarme como un águila, desplegando mis alas hacia la aventura y libertad...

Esa voz interior de mi alma me decía que podía tener una vida con mayor significado, encontrar cuales eran mis dones, talentos y mi misión de vida y ahí empezó mi búsqueda.
No sabía ni qué quería hacer ni adónde iba a ir sólo tenía claro que quería estar en contacto con la naturaleza y en total libertad, así qué decidí comprarme una furgoneta, una ambulancia del País Vasco, ya tenía casa con ruedas, emprendí mi viaje hacia Francia y en la frontera me paré a adoptar a una perrita, Luma mi gran compañera de aventuras. Aventuras que se alargaron durante 4 años, trabajando en el campo, recolectando los frutos de las diferentes temporadas por las regiones de Francia. Y entre un trabajo y otro colaborando en diferentes proyectos de permacultura por Europa para llevar un estilo de vida más consciente aprendiendo de bioconstrucción, huerto ecológico, plantas medicinales, energías renovables…
La permacultura se centra en trabajar con la naturaleza en lugar de contra ella, con el objetivo de crear sistemas que sean ecológicamente sostenibles, económicamente viables y socialmente justos.
Ahí me di cuenta de la importancia de la conexión con la madre tierra, ella con su gran generosidad nos da todo lo que necesitamos para estar sanos y felices, sólo debemos de cuidarla cómo nuestra madre tierra que es.
Mi intuición me llevaba a cruzar el charco a la escuela de permacultura de Argentina ecovilla Gaia, me hablaron maravillas de ese lugar, mi plan ahorrar trabajando de óptico en Cataluña y tomar mi vuelo la noche de San Juan del año 2017, lo qué yo no sabía es que mi gran maestra de vida mi hija Alaia me había elegido para ser su mamá y nacería un 26 de enero del 2017, con lo que todo se paró para recibir al gran amor de mi vida.
 
En mis meses de embarazo que siendo consciente fueron muy pocos, pues me habían dicho que no podía ser mamá, y tardé tiempo en darme cuenta me centré en buscar por un lado un trabajo estable y con buenas condiciones laborales y por otro lado un hogar esta vez sin ruedas donde poder disfrutar de mi maternidad en un entorno tranquilo, y cómo tenía un deseo ardiente de conseguirlo tardé muy poco tiempo en encontrarlo, en un pequeño pueblo de Cataluña frontera con Francia, necesitaban ópticos que supieran hablar francés, tenían muchas dificultades para encontrar y allí aparecí yo y Alaia en mi pequeña barriga de casi 6 meses de embarazo.
Cuando nació Alaia me sentía la mujer más feliz del mundo, estaba completamente enamorada de mi pequeña hija disfruté tanto de cada minuto de su existencia, de las largas noches de lactancia, de su olor, su carita, su piel, estuvimos lo que duró la baja maternal piel con piel las 24 h al día los 7 días de la semana, así que imaginaros que pasó cuando tuve que volver al trabajo, los peores días de mi vida, ella se quedaba en un jardín de infancia llorando y yo llorando al otro lado, aguanté muy poco tiempo así y decidí dejar el trabajo.
Encontramos una casita en un pueblo que parecía de Heidy en la Garrotxa, y allá nos fuimos, allí estuve trabajando es diferentes lugares dónde me podía llevar a Alaia, era bastante complicado el sostener una familia monomaternal, entonces vendí mi furgoneta y volvimos a Galicia para rehacer nuestra vida con la ayuda de mi familia y este gran cambio supuso una enfermedad emocional en la piel de mi pequeña, siendo ella mi gran maestra que me llevó a descubrir el poder de la aromaterapia cómo alternativa a la solución espeluznante de la medicina convencional.
Ahí comenzó mi búsqueda en cómo obtener aceites esenciales de calidad y cómo aprender a utilizarlos de manera segura, tengo que reconocer que me sentí un poco perdida la información que encontraba era contradictoria, no encontraba una base sólida científica y los aceites esenciales que iba comprando en diferentes herboristería que decían ser puros unos nos hacían bien y otros todo lo contrario, estuve a punto de tirar la toalla pero algo en mi interior me decía que tenía qué existir alguna empresa transparente y sería en el mundo de la aromaterapia y así fue me apunté a un curso online por internet dónde descubrí Doterra, me compré mi boquín de inicio y ahí empezó mi gran aventura.
Al poco tiempo de pisar tierras gallegas mi madrina me animó un día a salir de fiesta, no me apetecía nada desde mi maternidad mis ganas de juerga se habían esfumado por completo, pero ella insistió tanto en que me vendría bien desconectar , conocer gente, bailar… me enteré de que había unos conciertos en un pueblo cercano y allá nos fuimos mi hermana y yo, ahí estaba yo delante de todo bailando como una loca en su primer día de fiesta y conocí a la persona con la mirada más pura y noble que había visto en mi vida, a pesar de que ninguno de los dos estaba abierto a comenzar una relación surgió la magia, y con ella nos dejamos llevar por nuestro corazón y el amor la fuerza más grande del universo nos sumergió en una relación llena de valores, de amor, de cariño y respeto cómo nunca había experimentado y pasado el tiempo  nuestra pequeña Gaila nos elegiría para completar nuestra gran familia de la que me siento muy feliz, agradecida y mi motor para cada día sacar mi mejor versión.
 
 
Dos años estudiando el poder de la aromaterapia en libros, conferencias, estudios científicos, curso de certificación de especialista en aromaterapia, charlas de profesionales de la salud y todo lo que llegaba de parte de Doterra mientras podía llevar a la práctica lo aprendido con mi botiquín y hacer un uso correcto, seguro y eficaz me llevaron a comprobar los milagros que estos remedios naturales puede hacer por nosotros, mejoramos muchísimo nuestra calidad de vida y tomamos conciencia de los tóxicos silenciosos que estábamos usando y dando los pasitos para eliminarlos nuestra vida cambió por completo.
Pasado este tiempo  nuestra pequeña Gaila nos elegiría para completar nuestra gran familia de la que me siento muy feliz, agradecida y mi motor para cada día sacar mi mejor versión. Y los aceites esenciales me acompañaron en todo mi embarazado, en el momento del parto y hasta en el nacimiento de mi bebé, mi segunda maternidad fue maravillosa me sentía una mamá empoderada que sabía cuidar a su bebé de la mejor manera posible, de forma natural sin contratiempos y entendiendo perfectamente los procesos que le ocurrían a mi pequeña mientras iba desarrollándose y pudiendo acompañarlos de la manera más respetuosa, a mí me ayudaron muchísimo a nivel emocional en el postparto y a mi pequeña Alaia tambíen estábamos bendecidas por el poder de la naturaleza y con el amor, la gratitud, la creatividad y mi deseo ardiente de ser una mamá presente y que da ejemplo a sus hijas de qué los sueños son posibles nace mi proyecto.
 
Fusionándose así  mi pasión por la naturaleza y por el servir se unen a mis valores personales de ayudar, cuidar, enseñar y vivir en libertad creando mi misión de vida; por un lado empoderar, educar y guiar a las personas a qué logren su sanación física, emocional y energética con remedios naturales para poder vivir la vida de sus sueños y dejar un planeta tierra que nuestros hijos puedan celebrar y por otro lado crear y guiar un equipo de personas que aman llevar un estilo de vida saludable, lo quieren compartir y quieren hacer de esta su misión para vivir el libertad ,con propósito y permitirse soñar en grande sabiendo que sola puedes llegar más rápido pero acompañada llegarás mas lejos. Y desde esta casita en un bosque gallego estoy deseando conocerte y que me conozcas más.